lunes, 10 de agosto de 2009

Impactos de un Centro Comercial

Con el titulo de "lo que gira alrededor del centro" se publica un informe interesante (que reproducimos aqui) publicado en el suplemento MINEGOCIO de EL COMERCIO, el articulo hace mención del impato que se producen luego de instalado el centro comercial, los pro y contras, y algunas estrategias que los vecinos y comerciantes de sus cercanías pueden realizar para aprovechar la PLUSVALIA de la zona.

EL INFORME

Lo que gira alrededor del centro

Por: Iana Málaga

Solo bastaba mirar la larga cola que se formó el primer sábado de agosto en la puerta del circo de la Chola Chabuca para darse cuenta de que, por estos días, el centro comercial Plaza Norte es uno de los más grandes atractivos de esta zona de Lima.

Édgar Callo, gerente del área inmobiliaria de la Corporación EW del grupo Wong (propietarios del nuevo centro comercial), adelanta que el circo es solo el primero de los múltiples espectáculos que se presentarán en Plaza Norte para captar a una gran masa de público proveniente de los distritos de Independencia, Los Olivos, Puente Piedra y Comas. “Por lo pronto, la gran afluencia de gente que hemos tenido desde que se inauguró el centro comercial el 13 de julio ha rebasado nuestras expectativas”, asegura Callo.

Tal optimismo no lo comparte el dueño de una tienda de ropa ubicada a unas cuadras de Plaza Norte. “La apertura del nuevo centro comercial no beneficia a los propietarios de los pequeños negocios de Independencia; a pesar de que mis chompas son más baratas que las que allí se ofrecen. En los últimos días he perdido el 90% de mi clientela”, dice este comerciante que prefirió mantener su nombre en reserva. Él advierte que ese temor también lo comparten muchos de los comerciantes del Mercado El Trébol, ubicado en la primera cuadra de la avenida Angélica Gamarra.

Si muchos de los negocios que se encuentran en los alrededores de este mercado son pequeños e informales, no sucede lo mismo a una cuadra del Megaplaza (el primer gran centro comercial de Independencia), donde hay locales de conocidas marcas de ropa, restaurantes, cines y electrodomésticos. De hecho, los vecinos de la zona aseguran que tras la aparición del Megaplaza, estos establecimientos han surgido en un lapso de cinco años.

PRIMEROS EN LLEGAR
Los entrevistados para este informe coinciden en señalar que los nuevos centros comerciales ubicados en los conos de Lima han generado un gran tráfico de personas dispuestas a gastar importantes sumas de dinero en productos y servicios. “Y estos grandes centros surgieron por la visión de inversionistas que notaron que el consumo ya no solo se concentra en Miraflores, San Isidro o Surco”, dice Hernán Chaparro, gerente general de la consultora Conecta.

Y como la inversión atrae más inversión, el especialista agrega que estos núcleos comerciales procurarán que en sus alrededores desaparezca el comercio informal y surjan grandes empresas dispuestas a adecuar su oferta a lo que pide el público de la zona.

Lo mismo opina Édgar Callo, quien asegura que un atractivo comercial no solo logra que el mercado circundante mejore. “Hemos abierto más de 50 supermercados en zonas de Lima que antes estaban totalmente deprimidas y ahora percibimos un reordenamiento de la zona y mejores infraestructuras (como pistas, semáforos y postes de luz) a varios metros a la redonda”, indica.

Evidentemente, el sur- gimiento de grandes cadenas de tiendas alrededor de un centro comercial no se produce de un día para otro. Rolando Arellano, director de Márketing Arellano, señala que lo primero que aparece en las cercanías de un nuevo polo de comercio son imprentas y restaurantes de menúes económicos. “Allí suelen acudir los empleados del centro comercial que buscan precios más cómodos que los locales del centro comercial”.

Ya después surgen establecimientos de dis- tintos rubros (como electrodomésticos, cines y lavanderías) que prefieren no pagar los costos de alquiler por estar dentro del centro comercio. “Luego aparecen empresas de servicios complementarios como bancos, centros de salud, oficinas, clubes deportivos y hoteles que aprovechan el flujo de la zona”, dice Rafael Flórez-Estrada, director gerente de Binswanger (empresa que desarrolla proyectos inmobiliarios).

ADAPTARSE O MORIR
Aunque todo lo nuevo genera temor, la aparición de un centro comercial no significa que los más chicos no puedan adaptarse a los cambios. “El dueño de un pequeño negocio debe fijarse en la calidad y buscar otras alternativas de productos que no ofrece el centro comercial”, indica Rolando Arellano. Así, por ejemplo, el especialista señala que la bodega de la esquina difícilmente podrá competir con un hipermercado del centro comercial, a menos que se reinvente y venda productos gourmet que no son fáciles de conseguir en otra tienda.

Hernán Chaparro agrega que los negocios que suelen sobrevivir afuera de un centro comercial son aquellos que ofrecen productos y servicios complementarios a los que se encuentran adentro del mismo. Así, en vez de abrir una tienda de calzado, ropa, o un snack (rubros que nunca faltarán en un centro comercial), uno podría abrir un centro de reparaciones de electrodomésticos o muebles, un parqueo o una discoteca a pocas cuadras del emporio comercial. Claro que esto no quita que uno deba analizar previamente los gustos y preferencias de los consumidores.

GESTIÓN MUNICIPAL
También es cierto que toda la oferta que crece exponencialmente a raíz de la aparición de un centro comercial puede ocasionar más caos, polución y congestión vehicular a varios kilómetros a la redonda. “Por eso las municipalidades juegan un papel fundamental a la hora de otorgar licencias de funcionamiento, ordenar el tráfico, mantener las áreas verdes y preservar la tranquilidad de los vecinos”, dice Salvador Heresi, alcalde de San Miguel.

En este distrito se levanta Plaza San Miguel, centro comercial que cada mes recibe 2,5 millones de visitantes y el año pasado facturó US$321 millones, como precisa su gerente general Gonzalo Ansola. Debido a ese movimiento, Heresi asegura que durante su gestión gran parte de lo que se recibe de los contribuyentes se ha reinvertido en ampliar las vías aledañas al centro comercial (como Riva Agüero y Prolongación La Mar), crear 120 mil metros cuadrados de áreas verdes y mejorar el sistema de seguridad del distrito. “Y a la municipalidad le conviene que el comercio genere más tributos para beneficio de los vecinos”, dice.

Lo mismo opina Rafael Olivera Salmón, gerente municipal de Independencia, quien asegura que el 70% del presupuesto del municipio proviene de los locales comerciales del distrito. “Y hablamos de un sector de solo 8 mil contribuyentes en un distrito con más de 280 mil habitantes”, precisa.

Por lo visto, todo centro comercial genera gran movimiento en sus alrededores que puede perjudicar a algunos vecinos o pequeños negocios. El reto está en saber reconocer cómo sacar partido a este nuevo punto de entretenimiento.

CLAVES
C.C. Open Plaza en Surquillo tendrá como tiendas ancla a Saga Falabella, Tottus y Sodimac. La inversión de este centro comercial ha sido de más de US$100 millones.

El C.C. Parque Arauco en Chorrillos se iniciará con una inversión de US$4 millones. Plaza Vea será su principal tienda ancla. Se espera que abra sus puertas en octubre.

El C.C. Real Plaza en el Centro Cívico de Lima, proyecto que pertenece al Grupo Interbank, se inaugurará a inicios de noviembre.

APROVECHAR PUESTA EN VALOR
Juani Pareja, presidenta de la Asociación Peruana de Agentes Inmobiliarios (ASPAI), dice que una vez que un nuevo centro comercial comienza a tener un buen nivel de ventas y afluencia de público, los terrenos que se encuentran a pocas cuadras comienzan a subir de valor. “Y en la mayoría de casos, los dueños de estos predios obtienen mayores ganancias si venden su propiedad como un terreno comercial en vez de hacerlo como residencia”, indica.

Eso ocurre en Puente Piedra, Los Olivos e Independencia, distritos que hace unas décadas estaban copados por terrenos industriales y hoy cuentan con gran cantidad de locales comerciales que se multiplican día a día.

Rafael Flórez-Estrada, director gerente de Binswanger, dice que si hace tres años el metro cuadrado de las zonas aledañas al Mercado de Huamantanga, en Puente Piedra, podía costar US$30, hoy puede sobrepasar los US$300.

Algo parecido observa Gino Layseca, presidente de Tinsa, empresa especializada en tasación de terrenos. “En la avenida Tomás Valle del cono norte ha ocurrido una explosión de rentas impresionante. Hace diez años uno podía encontrar un terreno al costado del Megaplaza a US$80 el metro cuadrado, pero ahora este no baja de los US$800. Y se debe al gran volumen de ventas y demanda de locales de la zona”, afirma.

Evidentemente, los propietarios de los pequeños negocios pueden aprovechar este “boom” inmobiliario para vender su local si no pueden competir con el centro comercial. “Muchos propietarios no se han dado cuenta de que están sentados sobre terrenos que hoy pueden costar hasta 10 veces más que hace cuatro años”, dice Rafael Olivera Salmón, gerente municipal de Independencia.

También asegura que actualmente los centros comerciales de ese distrito reciben alrededor de 3 millones de visitas mensuales y que, para fines de año, se espera tener una frecuencia de 5 millones de visitas al mes.

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